
Mano con mano
pasen días o pasen años.
Cultivando el jardín del amor
con cariño y alegría.
Florecer con amigos y familia
es el mejor de los regalos.
No dudes en dedicarle tu presente
a quien desees tener presente en tu futuro.
Psicología, literatura, poesía y música

Mano con mano
pasen días o pasen años.
Cultivando el jardín del amor
con cariño y alegría.
Florecer con amigos y familia
es el mejor de los regalos.
No dudes en dedicarle tu presente
a quien desees tener presente en tu futuro.

En la letanía de este atardecer solo el vetusto silencio de la despedida me acompaña.
Sé que estás cansado y deseas caer en los cálidos brazos de Morfeo.
Mis emociones te sobran. Son un pesado fardo en tus párpados.
Ahora dormitarás cual bebé neonato,
incapaz de rememorar que instantes antes del alumbramiento habitaba en otro cuerpo.
Mientras yo busco en mi regazo el tibio último ósculo de nuestro afecto desorientado.
Quisiera conocer las causas de la derrota,
que me sacuden como si fuera un bajel a la deriva.
Las heridas del corazón siempre sangran a borbotones,
dejando un oscuro y triste borrón en la historia. En esta historia.
En la historia de todas las historias: la nuestra.
Es tarde para compadecerse porque nuestro cariño se malograse.
Es tarde para arrepentirse de las palabras de amor consabidas y no mencionadas.
Ya no puedo ofrecer el entusiasmo del viajero que descubre un nuevo mundo,
un nuevo y deslumbrante camino que le hechiza y le cautiva,
como fue descubrir cada uno de tus rincones hermosos y coloridos .
Ya no puedo luchar en guerras dialécticas habiendo perdido todas las batallas.
No queda esperanza para esta alma impía de pasión y adulación por ti.
Embelesada por tu reino de frialdad emocional he desfallecido en las heladas.
Y todo cuando aún creía haber conquistado al soberano, por un efímero momento de
miradas cruzadas mientras nuestros cuerpos ardientes se entrelazaban.
No puedo llorarte más.
No quiero seguir ahondando en mis vacíos. Los que tú has dejado.
Absorta en un recuerdo fugaz de felicidad renuncio a todo.
Volveré a empezar mi camino,
este camino empedrado que me tuerce los tobillos
al intentar mostrarme firme ante tamaña adversidad: olvidarte.
Cuando finalice prometo no molestar.
Me habré encontrado a mi misma
y ya no necesitaré tus manos como mi brújula incrustada de futuros infinitos.
Cierro los ojos y declaro en estado de cuarentena permanente mi romanticismo
porque sin ti no tiene sentido.
Por favor, no vuelvas a dolerme.
No vuelvas con palabras urgentes como manos de cirujano torácico en una operación a vida
o muerte.
No has sabido alentar mis latidos.
No me robes más que bastante difícil es mantener el aire circulando en mi cuerpo
sin que se me acabe la vida en esta aciaga despedida.
¡Feliz martes de poesía!
Sara

¿QUIÉN CREÉIS QUE SOIS?
Y yo os pregunto
¿quién creéis que sois?
Irrumpiendo en mi vida
cual hermosa doncella
esperando un caballero
de brillante armadura
y gran valentía.
¿Quién creéis que sois?
Agitando mis sueños
con el vals de vuestras pupilas,
atravesando mi garganta
y arrebatándome el aliento
a cada sonrisa, en cada mirada.
¿Quién creéis que sois?
Robando los latidos
que ahora son vuestros,
que ya no siento míos,
ensartando mariposas aladas
que revolotean en mis entrañas.
¿Quién creéis que sois?
Tan bella
que sois indescriptible.
Tan resplandeciente
que deslumbráis
a quien os mira.
¿Quién creéis que sois?
Tan ardiente
que enarboláis en llamas
a quien osa acercarse.
Tan alegre
que la inocencia de los niños
os envidia.
¿Quién creéis que sois?
Para llegar y arrebatarme la vida,
que no puedo vivir sin vos,
y vivir con vos
es tamaña osadía
cual noble batalla.
¿Quién creéis que sois?
Enfrentándome a los monstruos
de mis peores miedos,
que no son más
que sentir que no estéis a mi lado
hasta el final de mi existencia.
¿Quién creéis que sois?
¿Sois quién merece
las preciosas rimas
de los grandes poetas?
¿Sois quién merece
los acordes rasgados
de las mejores baladas?
¿Quién creéis que sois?
¡Quién creéis que sois!
No sé para que le exhorto,
mi bondadosa dama,
si ambos tenemos la respuesta.
Sois la extraordinaria ama
de mi corazón y de mi alma.
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¡Feliz semana!
Sara

Me siento una hermosa mariposa.
Mi pasado no son mis errores, son mis experiencias, mis aprendizajes. Agradezco todos y cada uno de ellos.
Mi presente es un bonito jardín, lleno de flores que visito y mimo cada día, para que luzcan brillantes bajo el sol.
Mi futuro es incierto, pero no me preocupa, pues aún no ha llegado. Me dejo llevar por la suave brisa de la naturaleza, y me poso a admirar el paisaje de mi camino, a cada aleteo.
Sé que mi vida será breve, pero no por ello menos maravillosa. Me hago a mí misma un llamamiento al corazón, y a la cordura. Me cuido, y cuido de quienes me rodean. Y en un acto de fe inquebrantable, creo en las personas y en su bondad.
Mientras maduraba, dentro de mi crisálida, reflexionaba que soy un ser único y que todo lo que puedo aportar a los demás también lo es. Elijo darles mi comprensión, mi cariño, mi respeto y la calidez de mi seno.
Ahora vuelo, junto a mi familia y amigos, y me siento completa y dichosa. Elijo. Todas mis elecciones tienen un poco de locura y un poco de sensatez, para que el equilibrio entre responsabilidad y diversión haga de mi existencia un hogar en el que sentirme segura y feliz.
¿Quieres acompañarme en este intenso y mágico viaje en la vida?
Entra en tu crisálida y reflexiona sobre tus aprendizajes. Sal al mundo y vuela alto, disfrutando cada segundo. Sueña, y lucha por tus sueños. Al fin y al cabo, esta es tu vida y sólo tienes una: elije cómo deseas que sea.
Soy una alma libre. Yo elijo ser una hermosa mariposa.
Fotografía y texto de Sara de Miguel.
¡Feliz miércoles!

Corazón de algodón,
suave y tierno,
puro e inocente,
mi hermoso corazón.
Algodón de azúcar ,
dulce y goloso,
divertido,
lleno de color.
Jardín de amor,
amable y sincero,
cariñoso y comprensivo,
mi bello corazón.
Yo te lo regalo,
no mereces menos
que alegría en tu sonrisa,
que felicidad y adoración.
Yo te lo regalo todo:
mi jardín de amor,
mi algodón de azúcar,
mi corazón de algodón.
Fotografía y poema de Sara de Miguel.