No hace falta

 

No hace falta escribirte con mi letra en un papel secundario

Pues me doy cuenta que escribiendo bajo letras que ni siquiera yo conozco hablo mejor.

Si te escribiera con mi letra, seria escribir con mi cara, igual de feo y no entendible,

pero si escribo en este medio, pensando en ti, soy y eres para mí irresistible.

Como el mar corriendo con su playa, como tu aroma corriendo en mi playera,

como las hojas de este otoño, como la censura de tus besos tiernos,

como la luna, sus eclipses, lunas llenas, medialuna, como la mitad de tu boca convertida en sonrisa al verme.

Como nada más, como nada parecido, como algo al cual todos le llaman amor.

Como brindar por ti en un cuarto solo, como cuando estás conmigo gritando y bailando alcoholizados.

Como cuando nadie nos ve y hacemos de un simple cuarto una gran montaña de diversión y palabras extensas.

Como cuando te recuestas en mis brazos, como cuando te pones arriba de mí.

Como cuando me dices despacio en mi oído que nunca me vaya de ti.

No hace falta escribirte miles de cartas.

Sólo tú sabes y sabrás todo lo que soy por unas simples palabras.

Nena, nadie me llena como tú, y tú te adueñas de eso mismo.

Sabes que no soy el mismo sin tu voz, ni tu rostro y me quitas el egocentrismo.

No soy romeo, no somos nadie de una secta reconocida,

aunque juntos nos reconocemos y hacemos una pareja inédita

Un escritor loco, una universitaria.

Un pensador, una chica que actúa.

Un amor.

No hace falta matarme o decirte que moriré.

Llevas mi saliva dentro y ten en cuenta que daría más que una vida para volverte a conocer.

Y aunque mi rebelión sea contra mi fortuna, soy el guerrero impaciente,

el súper héroe de un cuento ficticio, de tu cuento ficticio.

No hace falta

decir algo que estando juntos en la misma cama soy capaz de decir.

No hace falta

decir que nunca me alejare, si hasta el día de hoy no me he ido.

No hace falta

luchar o agarrarme a los golpes con otros tipos, si al final tú decides quererme.

No hace falta

gritar a los cuatro vientos que te adoro, si solo me sirve el hecho de que tú lo entiendas.

No hace falta

gastar mis billetes verdes en perlas o joyas de oro, si ambos sabemos que lo nuestro vale más.

No hace falta

decir lo mismo cada que te vea, si mi sonrisa lo demuestra estando en tu esfera.

No hace falta

mortificarme por saber si me amas, porque cuando me vez, me doy cuenta que soy el único que saca esa risa de amor.

No hace falta

desesperarme por no verte, si sé que esas deseando que yo estuviera en tu almohada.

No hace falta

ser alguien diferente, si me elegiste por quien fui y soy y yo por quien eres.

No hace falta

escribirte un libro completo, cuando sabes a quién amas, quieres, deseas y estás con ella, y estoy contigo.

No hace falta

gritar que te odio, si a los pocos segundos me tienes a tu merced.

No hace falta

pelear por estupideces, si después nos verán en la misma banqueta besándonos.

-No hace falta

Ni hizo falta decirte todo esto, sabes que lo siento, pero soy un escritor por ti, y tú mi mejor musa, estrella mórbida que saca el oscuro pero tierno demonio brillante. Podemos tomar, fumar, lanzarnos de un avión, nadie sabe si llegaremos a una vieja casa con nietos, pero de lo que estoy seguro es que hoy te quiero, y podré abrazarte mientras me ames.

(Autor: Brandon Morán, extraído de culturacolectiva.com)

 

 

 

 

 

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