Camino sola,
o nado,
o vuelo,
o me enmaraño.
No lo sé.
Soy un ente sin cuerpo,
soy un cuerpo sin alma
cuando me faltas,
y los ecos de tu ausencia
ensordecen el silencio.
Te vas de mi lado,
a otros mundos más ufanos,
siento felicidad por tu alegría
y un dolor profundo en las entrañas
que atenaza mi garganta
porque un sólo día sin ti
es el origen de mis miedos más intensos,
de mis peores pesadillas.
Sentir que no estás,
no poder coger tus manos en las mías,
no fundirnos en un efímero abrazo
y no besar tus dulces labios,
es el peor castigo
para este corazón
que te ama sin límites,
que ansía tu regreso,
acompañada tan solo
por los ecos de tu ausencia.
Fotografía de Tomeu Mir y poema de Sara de Miguel.
¡Feliz fin de semana!
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