Hoy comparto con vosotros una extraordinaria fábula con su extraordinaria respectiva reflexión sobre las elecciones que hacemos a lo largo de la vida de la mano de mi compañer@ Lola Caulín.
Podéis encontrar la entrada original en su blog (y muchas otras lecturas interesantes) lolacaulincoach.blogspot.com.
«Nadie nos salva más que nosotros mismos. Nadie puede y nadie debe. Nosotros mismos tenemos
que transitar ese camino.» Buda.
El cuento del centauro
«Cuentan que en la antigüedad había un centauro, que es un ser mitológico mitad hombre – mitad caballo. El centauro convivía con los humanos en un pueblo y era muy, muy feliz.
Un día, este se decidió que tenia mucha hambre, mucha mas de lo habitual. Se preguntó a si mismo, ¿que debo comer? ¿heno o hamburguesa? ¿hamburguesa o heno?.Claro, mitad hombre- mitad caballo, tenia dos deseos y una sola decisión que tomar. Pasaron los días y como no era capaz de tomar una decisión, se quedo sin comer.
Pero también tenia sueño… ¿donde debo dormir? ¿establo o en un hotel? ¿en un hotel o en un establo? pasaron los días y también se quedo sin dormir.
Sin comer y sin dormir, el centauro enfermó. Entonces pensó donde debían atenderle, ¿médico o veterinario? ¿veterinario o médico?, pero como tampoco fue capaz de tomar una decisión, el centauro murió.
Y allí quedó su cadáver. Los habitantes del pueblo que conocían al centauro de toda la vida, decidieron darle sepultura, ¿pero donde? ¿en el campo o en el cementerio? ¿en el cementerio o en el campo?. Como no pudieron decidir que hacer con él…llamaron a la autora del cuento para que resolviera el problema.
La autora del cuento tampoco sabía lo que hacer con este ser mitad hombre – mitad caballo.
y pasaron los días… hasta que decidió que lo mejor era revivir al centauro. Pero todo volvió a empezar una y otra vez, porque el centauro nunca decidió si quería ser mas hombre que caballo o mas caballo que hombre.»
La moraleja de este cuento es que la peor decisión es no decidir. Esta es la única decisión que nos garantiza el fracaso y la miseria de lo que nos sucede.
La vida se compone de decisiones que tomamos desde mismo instante que despertamos cada día.
Nuestro pensamientos nos colocan en una balanza de elecciones de como crear nuestra realidad diaria, nos posicionamos en lo positivo o en lo negativo.
Decidimos café o té, coche o paseo, luz u oscuridad, brillar o pasar desapercibidos, amor o miedo, equilibrio o desorden, sentirnos bien o sentirnos mal, etc…
Somos responsables de las decisiones que tomamos, lo incorrecto seria culpabilizar a las circunstancias externas de lo que nosotros hacemos con nuestros pensamientos y elecciones.
No aprobamos exámenes porque probablemente antes no hemos estudiado, no podemos estar saludables si a nuestro cuerpo le damos comida basura, poco descanso y nada de deporte, no podemos pretender que nos amen en una relación de pareja si lo que buscamos es que cubran nuestras carencias, nuestras necesidades y nuestras expectativas.
Podemos elegir ver en lo negativo o en algunos momentos desfavorables de nuestro día a día, una inmensa oportunidad para crecer como personas, de auto- realizarnos o podemos seguir anclados en la angustia y la desíria hasta que la vida se nos pase y volvamos la vista atrás y solo recordemos tristeza.
El verdadero aprendizaje está en permitir o no que esta circunstancia nos destruya.
Por otro lado, en las relaciones personales también tenemos elecciones, puedes conocer a personas que te potencien y vean en ti tu mejor versión o que te envidien y te hundan, y aun así conservarlos como amistad por el temor a perdernos o puedes comenzar una relación de pareja con buenos cimientos y valores o construir desde el tejado y que se te caiga todo como un castillo de cartas, puedes ser infiel y coger el atajo o pues ser leal y romper con lo que ya no te llena de pasión.
Cada elección que hagas HOY tendrá sus consecuencias a corto o a la largo plazo.
Si crees que lo que estas decidiendo no te lleva al lugar donde quieres estar, o no te hacen sentirte como tu deseas, que no te están permitiendo ser la persona que tu has venido a ser…
Es hora de un cambio, es el momento de elección.
Puedes elegir quedarte paralizado y dejar que la vida pase con pena y sin gloria o puedes decidir despertar y empezar a crear cada día la vida que quieres vivir.
Una decisión, sea la que sea, siempre será mejor que no decidir nunca.
¡Feliz día!
Parece un consejo racional y racionado. Un abrazo.
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Sobretodo me ha parecido genial el planteamiento de la fábula. Muy acertado 😉
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Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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