Ay Amor,
te quedaste a mi lado
y me recogiste en tus brazos
cuando caía desfalleciente
de tantas poesías
sangradas por los dedos de las manos.
Y en clave de Fa
meces mi cuerpo
como si fuese
un extraordinario instrumento
de cuatro cuerdas
y profundo arpegio.
Con dulces caricias
arrancas de mi alma
hermosas baladas
desde la cuarta línea
del pentagrama.
Asiento en desnuda calma
a tus bastos ingenios
y con alborozado esparcimiento
pintamos de verde esperanza
las sonrisas de los ángeles que habitan en el cielo.
Cual can fiel y agradecido
permanezco tumbada a tu lado
a sabiendas que nuestro amor
atracará en el puerto del mañana
y en el de para siempre, pasado…
¡Feliz lunes!
Fotografía de Tomeu Mir y poema de Sara de Miguel.
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