«Eres todas las versiones de ti mismo hasta que eliges una de ellas».
Es una certeza recurrente en nuestras vidas que en estos momentos de crisis se hace patente como nunca antes.
Si hace dos meses nos hubieran contado la situación actual de estado de alarma por la pandemia por coronavirus que asola el planeta ni la hubiéramos creído: simplemente la hubiésemos atribuido a una gran imaginación, como si del guión de la película de ciencia ficción se tratara.
Pero aquí estamos: confinados, temerosos, nerviosos y con la incertidumbre del futuro pendiendo sobre nuestras cabezas. Muchos también padeciendo los estragos de la enfermedad y la muerte vividas desde tan cerca y en situaciones tan extraordinarias que ni siquiera nos parecen reales.
Pero también estamos conectando con nosotros mismos, pasando más tiempo con nuestras familias, cuidando unos de otros, desarrollando nuestra empatía, desintoxicando el planeta de la contaminación, muchos sobreviviendo al reto de trabajar en la primera línea (sanitarios y no sanitarios), muchos trabajando desde casa (maestros, profesores, trabajadores sociales, empresarios, y un largo etc.), muchos desarrollando su faceta más paciente y creativa (padres y madres, artistas en general), pero TODOS tomando decisiones que determinan nuestro hoy, y determinarán nuestro mañana.
Ahora, justo en este momento, eres todas las versiones de ti mismo hasta que eliges una de ellas.
Cada uno de nosotros puede elegir si es el que critica y es indiferente a lo que sucede a los demás primando el individualismo, o, por el contrario, es el que apoya, el que cuida, el que reflexiona, el que comparte, el que no pierde la esperanza, el que lucha, el que piensa que este momento es el mejor momento para ser más humano y para crecer como persona.
Tú eliges.
Y si tienes dudas sobre qué es lo verdaderamente importante, te dejo unas reflexiones que parten de los cuidados paliativos, recogidas en el libro «13 Almas» (clica aquí para acceder), que no te dejarán indiferente.
Fuerza, ánimo y mucho cariño desde casa,
Sara de Miguel.
Hola, estoy aquí gracias a un sueño, en mi sueño estaba llena de emoción por ver un programa en de mujeres, donde daban reconocimiento a una chica “Sara Trua“ por sus aportes a las tierras de unas colinas y a sus poesías … al despertar y buscar poesía y Sara, te encontré a ti y a otras Saras, empezaré a leerte y estoy feliz de que tus palabras den consuelo a mi alma y alimenten mi espíritu… Saludos yo soy Stefani …
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Estimada Stefani, me alegro de que tuvieras ese sueño que nos haya permitido encontrarnos en este complejo lugar llamado mundo. El consuelo del alma y el alimento del espíritu son mis alimentos preferidos, y me siento orgullosa y satisfecha de poder compartirlos contigo y con quien desee acompañarnos en esta misteriosa aventura a la que nos lleva tus sueños. Bienvenida, Sara
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