Un blog lleno de fotografías impresionantes y relatos breves preciosos. Os lo recomiendo^^
Como cada día, ella abandonaba su vida para ver pasar el tiempo minuto a minuto en aquella plaza.
Un trozo de pan era su única arma. Eso, y un cajón donde guardaba bajo llave su monotonía.
Como cada día, ella se dirigía a aquel lugar que le había acompañado durante horas en ese alimentar su rutina.
Y como cada día, lentamente, con meticulosa calma, partía en pedazos su alma para dársela a las palomas.
Deja una respuesta