Quisiera no amarte tanto,
como si fueras la estrella del firmamento
que debo seguir.
Tan intensamente
que cuando no te siento
deliro en sueños
y sin aliento quedo en un sinvivir.
Quisiera no amarte tanto
para que no me dolieras así.
Quizá manteniendo las distancias me protegeré.
O arderé en el infierno por no serme fiel,
o lloveré como lágrimas en la tormenta,
efímera y fútil,
cenizas en el hielo que nadie puede ver…