The Blogger Recognition Award

Sólo tengo palabras de agradecimiento para https://bienestardesdetucasa.wordpress.com por su nominación al The Blogger Recognition Award.

Debo reconocer que sus escritos son una reflexión surgida del dolor que se transforma y crea a partir de la superación. Mi enhorabuena por su trabajo.

Desde mi más modesta experiencia como escritora, psicóloga y bloggera sólo tengo una propuesta al mundo: amen y compartan su amor con actos y palabras. Aunque pueda parecer un tópico el amor mueve el mundo, y gira gracias a ese que repartimos.

Aprovecho para nominar a compañer@s de letras que merecen éste y otros muchos reconocimientos a su labor:

  1. Desde el cielo
  2. Paula de Grei
  3. Tejiendo las palabras
  4. Alicia Adam
  5. Entre suspiros y un café
  6. El Blog de Lídia
  7. No9 Interiorismo y decoración
  8. Alquimia con palabras
  9. Hazme poeta

Un cariñoso abrazo para compañer@s y lectores. ¡Feliz día!

Sara

Amor secreto

montaña

He sobrevolado las cumbres más altas,

las cimas alejadas más de la civilización,

para esconder mi secreto entre sus recónditos parajes

entre las nubes de algodón.

Allí reposan ahora mis sueños:

besarte con ternura,

amarte con pasión

y quererte sin medida.

Quedará mi confidencia entre el cielo límpido

y la hermosa tierra,

allí donde no puedas ni imaginar

que mi corazón se debate

entre confesarse o callar,

entre el olvido o el embate…

 

Fotografía y texto de Sara de Miguel. ¡Feliz día!

 

Premios 20Blogs

Os invito a visitar la página de la XII Edición 2018 de los Premios 20Blogs, convocado por laBlogoteca, concurso al que me presento en varias categorías.

Me resulta especialmente interesante este tipo de eventos ya que nos permite conocer el trabajo de compañeros blogueros en diferentes categorías y nos ayuda a expandir nuestro mundo a través de la web.

Podéis encontrar mi candidatura en «Sara de Miguel – Premio 20Blogs».

Un saludo y feliz semana,

Sara

Una Cita Con Sara De Miguel

Una cita con Sara de Miguel en el Noticiero de Alvarez Galloso

El Noticiero de Alvarez Galloso

En nuestro viaje por los blogs en WordPress, tenemos otra invitada Sara De Miguel. Sara de Miguel es una autora y bloguera surgiendo en el Siglo XXI. Por esohemos extendido la invitacion para una entrevista. He aqui el encuentro historico.
1. Quien es Sara de Miguel y como fue su comienzo en el ambito profesional?
Soy una persona inquieta que reflexiona sobre todo lo que acontece a mi alrededor. le busca palabras y las transmite al mundo, porque creo que los aprendizajes de uno puedo ser de mucha ayuda para los demás.
En el ámbito profesional comencé trabajando en un centro de coordinación de urgencias médicas mientras estudiaba la carrera de psicología. Una vez licenciada trabajé como psicóloga en salud mental con enfermos diagnosticados de trastorno mental grave. A su vez fui profesora universitaria en la carrera de psicología. Unos años más tarde dejé estos puestos de trabajo para coordinar…

Ver la entrada original 1.056 palabras más

Detalles

Aprovechando la fecha «señalada» del calendario, que nos invita a manifestar nuestro amor, comparto una reflexión sobre un tema importante en las relaciones: la atención a los DETALLES. Y de ahora en adelante en el presente texto donde pone relación quisiera generalizar a cualquier persona por la que sintamos afecto de nuestra vida (pareja, hijos, otros familiares, amistades, etcétera).

Cada persona siente, vive, piensa y se comporta diferente. Por lo tanto la importancia que le da a los detalles será diferente.

Si la otra persona de tu relación no es detallista y te gustaría que lo fuera, díselo, y dale opciones y alternativas para que sepa cómo hacerte detalles que te resulten significativos para ti. O al contrario, si no eres detallista y la otra persona sí, pregúntale si eso le supone malestar, y qué podrías hacer para que se sienta mejor. Básicamente favorece la comunicación.

Los detalles son una manera preciosa de reforzar a las personas con las que tienes algún tipo de relación afectuosa, y de que la otra persona te refuerce. Es una manera de demostrar interés y generar emociones positivas intensas. Pero también es una inversión de tiempo, esfuerzo y (cuando son materiales) dinero, por lo que asegúrate de que ambos expresáis vuestros gustos y apetencias respecto a los detalles.

No olvides que hay detalles que son gratis: los halagos y alabanzas.

No desaproveches la oportunidad de reconocer a las personas que estimas todo lo que te gusta de él o ella. Habla de lo que no te gusta o te genera malestar en pequeño (mediante la crítica constructiva y las discusiones positivas), y habla de lo que te gusta y te hace sentir bien en grande (mediante los halagos, las alabanzas y los refuerzos).

Recuerda que somos lo que hacemos: si tus hábitos comunicativos y conductuales tienden a generar malestar, generas y activas huellas de memoria negativas. Si, por el contrario, tus hábitos comunicativos y conductuales tienden a generar bienestar, generas y activas huellas de memoria positivas.

Una relación sana, estable y satisfactoria es en la que el bienestar del otro es igual de importante que el tuyo, y viceversa. Tú eres el responsable de tu parte, y tú eliges cómo deseas que se sientan los demás respecto a ti.

Al final lo único importante no es ser, ni tener, relaciones perfectas, es ser y hacer relaciones FELICES.

Fotografía y texto de Sara de Miguel.

Extraído y adaptado de «¿Es el enemigo? La eficacia de comunicarte».

¡Feliz día!

Duelo

«Rosa había perdido a Felipe.

A nivel emocional, se había aislado del mundo, evitaba su propio dolor. Como ella misma decía “Me meto en mi búnquer, y si no pienso, ni siento, no me duele tanto”. Pero era una percepción irreal. Porque doler, le dolía igual, aunque así no lo hacía tan patente.

Pasó por muchas fases diferentes. El duelo no es un proceso ni estructurado ni secuencial. Unos días venía enfadada con el sistema de salud y con los médicos por no haber podido salvar a Felipe. Otros venía enfadada con Dios. Otros días venía tan triste que casi no podía ni hablar, sólo lloraba desconsolada. A veces odiaba la vida, otras veces la odiaba más. La mayor parte del tiempo hacía una negación beligerante de sus propias emociones. Las pocas veces que aceptaba sus propias emociones se hundía en un pozo de desesperación y de sinsentidos filosóficos y psicológicos de la vida. Para mí, como profesional, era horrible ver que hiciéramos lo que hiciéramos, apenas avanzábamos. Como persona, yo sufrí con ella el dolor de la ausencia de Felipe. A través de Rosa, le conocí como si hubiéramos sido amigos en vida. Me dolía también su pérdida…»

Extraído de «13 Almas»

Sara de Miguel

Premios Blogosfera

Tengo el gran placer de compartir con vosotros la

Edición 2017 de los Premios Blogosfera.

Si tienes un blog o haces parte de uno puedes inscribirlo a los Premios Blogosfera, donde destacamos a los mejores blogs en español a nivel global. No importa la plataforma en la que esté (puede ser de WordPress, Blogspot, Blogger o cualquier otro).

Los premios constarán de TRES ETAPAS:

  1. Inscripción (del 10 de octubre al 7 de noviembre): periodo en el cual los dueños o colaboradores de cualquier blog en español podrán inscribirlo, con solo llenar ESTE FORMULARIO

  2. Elección de nominados (del 8 al 21 de noviembre): la cual será realizada por parte de nuestro Jurado. Éstos serán los encargados de elegir los mejores blogs inscritos en cada categoría, y posteriormente definir los nominados definitivos.

  3. Votación Pública (del 28 de noviembre al 12 de diciembre): en la cuál el público en general podrá decidir (entre los nominados determinados en la anterior etapa), el que consideran mejor, a través de voto secreto. Los resultados serán publicados el 15 de diciembre.

NOTA:  Por motivos de logística y presupuesto no se entregarán galardones físicos, pero es lo que se pretende en próximas ediciones. Por lo tanto se le entregará un certificado a cada ganador y se le hará difusión en nuestra web y nuestra fanpage de Facebook.

Este Blog (Sara de Miguel) se presenta en las categorías de:

Mejor Blog Personal

Mejor Blog Literario

Mejor Blog de Educación.

¡Os animo a participar también!

Un saludo y buena semana,

Sara

13 Almas entre los libros más vendidos

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Y mientras asisto emocionada al éxito de la publicación de KOMERO, mi primer libro de versos y poemas, mi libro autobiográfico «13 ALMAS» se mantiene entre los libros más vendidos de Amazon.

No puedo decir más que GRACIAS  a tod@s quienes dedicáis vuestro tiempo, dinero y esfuerzo a que la misión de transmitir mi aprendizaje como psicóloga de cuidados paliativos llegue cada vez más lejos.

¡Feliz lunes!

Sara

Palabras que corren por mis venas

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Ay, Amor. Me has llamado y no te lo he cogido.

No es la primera vez que lo hago,

es porque a veces no puedo hablar:

tengo un poema, o un problema, 

atravesado en la garganta.

No sé cómo explicarte esto.

Te mereces entenderme, cuando ni yo misma me entiendo.

Es porque tengo un secreto. Ahora será también tu secreto.

Shhhh, léelo en voz baja y no se lo cuentes a nadie.

La gente normal podría pensar que estoy loca.

Tranquilo, no lo estoy. Sólo soy escritora.

Sangro y escribo. 

Extraña es la vida del escritor

que destila letras en el mecanismo de su cuerpo.

Sangro y escribo.

Letras que se arremolinan en mi cabeza,

que la llenan como un embalse

y se derraman por mis venas hasta la punta de mis dedos.

Palabras sangradas a borbotones 

por cada una de mis heridas.

A veces son historias de batallas perdidas.

Otras, en cambio, exaltación de alegría.

Pero siempre, siempre,

tienen un poco de tristeza y de melancolía.

La inspiración es un fantasma etéreo

que me persigue, me acosa y me empuja

al abismo de mis terrores más profundos.

Me lleva de la mano, suavemente,

por senderos de paisajes hermosos

que se clavan en mis ojos.

Me tumbo en la luna mirando el césped.

Dejo que me arrastre a todas partes,

y en ninguna permanezco.

Vuelo, viajo. Vivo y sonrío.

Añoro y lloro por lugares que no conozco.

Ay, Amor.

Puedo ver estrellas en el brillo de tus ojos,

o monstruos en la comisura de tu boca.

Puedo sentir la paz más infinita

en los recovecos de tu cuerpo,

o dolerme en cada una de tus ausencias.

Puedo oír el café que preparas por las mañanas,

que me aleja de cualquier pesadilla.

Puedo hundirme en los infiernos

de la miel que ahoga mi boca

como brea envenenada.

Puedo hacerlo todo

según me despachan las palabras,

en tu refugio o en mi averno.

Despierto en plena noche, insomne de emociones

que me arrebatan el sueño.

Sueño que no es más que la metáfora

de la muerte de mi organismo, pero no de mi cerebro,

que sigue, persiste, creando y creando más frases

que me desvelan hasta que las vuelvo a sangrar

en papeles en blanco, en pantallazos austeros

de música literaria en silencio.

Bailo canciones olvidadas, que me mecen en cada compás,

que me hurgan como si fuera su pentagrama de notas perdidas,

como si yo tuviera que encontrarlas.

Me las acercan las manos de Paco de Lucía,

en el Adagio del Concierto de Aranjuez.

Acordes aciagos de guitarra 

que me susurran nanas de la nada, para la nada.

Lágrimas y más lágrimas. Palabras y más palabras.

Me ducho y no escucho el caer del agua,

no siento como se deslizan las gotas por mi piel.

Sólo el rumor de historias inacabadas danzando en mi mente.

Tormenta eterna, quizá tormento.

Rayos y centellas que no cesan.

Podría ser un castigo o un consuelo.

Sentada en el frío suelo mientras se empapa mi alma,

cojo un bolígrafo y las escribo por todo mi cuerpo,

porque siento que si no lo hago reviento.

Cuando me seco, con la tibia toalla cubriendo las marcas,

ya no queda nada.

Todo, tal como vino, se ha ido.

Con cada párrafo que despunta necesito otro que llene el vacío.

Engullo alimento pero no lo digiero,

sólo se transforma en más vocablos que abarrotan mi esencia.

Se juntan y amontonan. 

Me llenan y crezco, y crezco como Alicia

cuando bebió de la botella.

Y sangro más palabras.

Y agonizo como Blancanieves cuando mordió la manzana.

Burlas de cuentos de hadas que hacen de mi vida

una continua historia ya contada.

Por la tarde, perdida en la soledad de mi estudio,

acompañada por el desconsolado teclado y la cansada pluma,

me gustaría fumarme un cigarro y beberme un whisky.

Dejar que el humo invada mis pulmones y exhalar aire enrarecido.

Paladear malta fermentada que me arda en la garganta,

que inmole a fogonazos mis papilas y los sabores que percibo.

Sentirme humana, sentir que siento algo,

lo que sea, algo más que palabras.

Creo que muero. Tanto sangrado no puede ser bueno.

Pero me niego a hacerme un torniquete

que impida que sea lo que soy: un libro en movimiento.

Un libro etéreo, eterno, que no cesa.

Mil historias atormentando mi entrañas,

como si fueran alimañas

que respiran mi oxígeno y arrasan mi calma.

Me imagino que me encontrarías

moribunda en el suelo, inerte,

con los ojos fijos en el techo,

donde ninguna palabra azote mi pecho.

Tus alaridos, mi Amor,

resonarían en una partitura nunca escrita,

gritos en brete, entre el pánico y la desesperanza.

Las sirenas de la ambulancia alertarían a los vecinos

que, extrañados, preguntarían qué sucede

a la vecina callada, ausente, diferente, de la casa de al lado.

Ya en el hospital algún médico valiente detectaría los síntomas,

y sin vacilación me diagnosticaría hemorragia verbal.

Tratamiento: que le transfundan más letras.

Conectada a las máquinas se volvería a oír

el eco de mi corazón latiendo poemas.

Y mi ente falleciente resucitaría

para seguir creando relatos llenos de imaginarías vidas.

Vidas que no son la mía, vidas que atracan

en el puerto de mi consciencia sin que yo pueda hacer nada.

Y las acojo en mi seno, y les doy calor y las cuido.

Las acuno y las duermo. Crecen entre mis manos,

y cuando ya no me caben en ningún rincón,

apesumbrada, las derramo con tinta con un triste adiós en la mirada.

Después cualquiera me dirá que me ve más delgada,

quizá no comprenda que pierdo kilos a cada palabra.

Que mis ojeras son el reflejo de mi pesar,

y mi sonrisa el retrato de horas perdidas

frente a frente con la inspiración y la ambición

de quien, siendo escritora, ser más humana ansía.

Que mis desvelos no tienen cabida

en un karma que sólo escribir me equilibra.

No será hoy.

Al acabar esta misiva, este misil a tu sentido de la cordura,

simplemente voy a volver a mi lúgubre aposento

lleno de sombras de novelas leídas,

de poemarios que retratan mi misma adicción.

Aluvión de autores, 

tromba inacabable de relatos que evidencian mi misma perdición.

Y me consuela pensar que hay otros,

que siempre los ha habido, que siempre los habrá.

Otros que se deslizan por los días acongojados y superados

por la necesidad de sangrar palabras por los dedos de las manos.

Pudiera ser que algún día coincidiera con otro,

con uno como yo, con otro escritor.

Pudiera ser que me sintiera comprendida.

Pudiera ser que no me sintiera tan sola

en mi mundo de amalgamas de sentimientos

que necesitan ser vocablo, que lo ambicionan a toda costa

a cargo de mis horas, a cargo de mis días.

Al llegar al ocaso, todavía con este secreto no compartido,

carcomida por la incertidumbre de la complicidad que nos une,

comprendo que no conoceré a ninguno.

Pues, al igual que yo misma, los otros escritores

andarán escondidos en sus madrigueras de lances salvajes,

lejos del mundanal ruido de la vida cotidiana

de quienes no sienten como corren por sus venas

cada letra, cada aventura, cada verdad, cada mentira, cada historia

que necesita un cuerpo que la cobije y le dé la vida,

cual hijo parido, cual recién nacido que precisa amor y cariño.

¿Somos asilo de otras vidas o personas truncadas, pendiendo de un hilo?

Llegada la noche, me hundiré en mi cama,

absorta de nuevo en más versos y baladas.

Sentiré, una vez más, la fiebre que enarbola mis mejillas,

los tumores que corroen mis huesos 

de las hazañas no escritas guardadas muy adentro.

Volveré a enfermar de un afecto imposible, impasible, baldío.

Ay, Amor.

Sólo deseo que tú sigas abrazado a mi costado, sempiterno amante,

aunque no comprendas mis delirios, amando cada uno de mis defectos.

Amando hasta cada una de esas palabras que roban el elixir de mis arterias y tu precioso tiempo.

Qué bello es como me amas. Qué sarcasmo: 

no me cabe tu amor en mis palabras.

No puedo evitarlo: me declaro en estado de escritura permanente.

Aunque me cueste la vida.

Qué mejor muerte que en mi lecho de poesías sombrías,

de poemas insanos e insensatos.

Cómo si fuera una valiente,

ante las hojas de papel en blanco que a mi alrededor se hacinan.

Como Don Quijote ante los molinos que le retan.

Busco mi Dulcinea en una frase perfecta que quizá no exista.

Sino advenedizo el mío, luchando sin espada, y sin escudo,

desnuda frente a mí misma en un espejo

que sólo refleja mi desventurada cruzada.

Ay, mi Amor,

no temas, que acaso no muera.

De versos no muere nadie.

Además mis letras tendrían que buscar

otras manos que puedan sangrarlas sin miedo,

y ya somos viejas conocidas.

No puedo dejarlas huérfanas,

no puedo dejar su vida en otras manos que no sean las mías.

Quizá no quiera morir, ni dejar de escribir.

Quizá sólo quiera dejar de sentirme intranquila,

avasallada por mil millones de palabras 

que no me caben en la cabeza,

que respirar ya no me dejan.

Que el aliento que supone que sean mías,

es el mismo que me lo quita.

Irónica agonía, decisión extraña la que me acompaña día a día.

Quizá yo misma no sea más que la historia de otro escritor

que le arrollan sus palabras y así lo relata.

Corren por sus venas las palabras de mi existencia.

Las escribe, y las sangra.

Entre ternura y asperezas.

Entre amargura y sonriente complacencia.

Igual que yo hago con las mías.

Sangro y escribo.

Me desangro en cada renglón.

En escribir se me va la vida.

Hermosa biografía, la de crear con la imaginación

aquello que nadie más siente, que sólo yo puedo dar,

pues de cada poro de mi piel surge no sudoración, sino palabrería.

Sangro y escribo.

Ahora, mañana, siempre,

hasta que la última letra

se lleve consigo la última gota de mi vida,

mi última emoción, mi último suspiro.

Dejaré que el escritor de mis hazañas

decida cual será mi muerte, 

tentada por este destino de fallecimiento entre palabras.

Si es así, creo que, finalmente, me sentiré bendecida.

Tú decides, mi Amor,

si me acompañas en esta extraordinaria gesta.

Tuya siempre,

La autora.

Fotografía y texto de Sara de Miguel

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