Hagamos un trato:
vamos a querernos como las flores del campo
al rocío de la madrugada.
Siendo tan diferentes… Tú agua y yo planta.
Siendo tan parecidos,
formados los dos por sustancias eternas y etéreas.
Siendo conscientes de que amarnos
no significa pensar igual en nada.
Siendo apasionados, cada uno a su manera:
yo fijado al suelo buscando la luz del sol,
tú volando libre como nube que fluye en la alborada.
Respetando nuestros tiempos, nuestros cambios,
adorando nuestras esencias dispares
que nos deslumbran mutuamente.
Dedicándonos a aprovechar
los singulares instantes
en los que se rozan nuestros cuerpos.
Dedicándonos tiempo, cariño y esfuerzo.
Hagamos un trato…
Vamos a querernos como nos merecemos:
con amor, ternura y respeto.
¡Feliz día y mucho amor para tod@s!