Un candado al alma

Sara de Miguel – Candado

Atado a ti inexorablemente

desde el efímero instante en el que universo se alineó

para que cayera rendido a tu inefable belleza.

No imagino mayor buenaventura

que disfrutar de tu hermosura,

ni peor tormento que el inexorable paso del tiempo

que de ti me aleja.

No andaba buscando nada

y fuiste mi serendipia.

No deseaba nada

y, sin embargo, una triste melancolía

de mí se adueña cuando no estás a mi lado,

regalándome en cada una de tus sonrisas

una serena epifanía.

Y se esconde tras el horizonte el sol,

y con él tu luz.

Y se esconde tras las nubes la luna,

y tu voz meliflua me describe con elocuencia

el infinito arrebol que provoca tu mera presencia

incluso en la propia naturaleza…

Diosa del ocaso, dulce, apasionada, valiente.

Mujer de nadie, dueña del deseo de todos.

No te vayas, que necesito un poema,

cual metafórico candado,

para atar tu alma y mi alma

y no volver a sentir soledad

ni al anochecer ni al alba.

Poema y fotografía de Sara de Miguel

Belleza perdida

Me miras pero no me ves.

Siento que pasan los días

y que ya no me admiras.

Hace tiempo que en tu alma

ya no se refleja la mía.

Hemos perdido el don de emocionarnos

con tan solo una mirada.

Recuerdo cuando percibía la pasión

en cada una de tus caricias,

cuando podíamos estar horas besándonos

sin importar el mundo,

como si fuéramos

los únicos enamorados del universo.

Ahora ya no tienes tiempo para abrazos de más,

ni para palabras hermosas,

no te quedan fuerzas para escuchar mis historias

ni contarme las tuyas.

Ya no me acunas en tu regazo

cuando tengo miedo o penas.

Ya no busco tu cariño

ni te doy todo el que siento

porque la costumbre

nos ha llevado

a no valorar

todo el amor que nos tenemos.

Me siento como una hermosa flor

sola y solitaria

que florece abatida

porque mi belleza no existe

si tú no la ves.

Belleza perdida por haber perdido

los únicos ojos que la veían…

 

«No dejes que la costumbre acabe con la llama del amor»

Poesía de Sara de Miguel y fotografía de Tomeu Mir.

 

Bella Dama

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¿QUIÉN CREÉIS QUE SOIS?

Y yo os pregunto

¿quién creéis que sois?

Irrumpiendo en mi vida

cual hermosa doncella

esperando un caballero

de brillante armadura

y gran valentía.

¿Quién creéis que sois?

Agitando mis sueños

con el vals de vuestras pupilas,

atravesando mi garganta

y arrebatándome el aliento

a cada sonrisa, en cada mirada.

¿Quién creéis que sois?

Robando los latidos

que ahora son vuestros,

que ya no siento míos,

ensartando mariposas aladas

que revolotean en mis entrañas.

¿Quién creéis que sois?

Tan bella

que sois indescriptible.

Tan resplandeciente

que deslumbráis

a quien os mira.

¿Quién creéis que sois?

Tan ardiente

que enarboláis en llamas

a quien osa acercarse.

Tan alegre

que la inocencia de los niños

os envidia.

¿Quién creéis que sois?

Para llegar y arrebatarme la vida,

que no puedo vivir sin vos,

y vivir con vos

es tamaña osadía

cual noble batalla.

¿Quién creéis que sois?

Enfrentándome a los monstruos

de mis peores miedos,

que no son más

que sentir que no estéis a mi lado

hasta el final de mi existencia.

¿Quién creéis que sois?

¿Sois quién merece

las preciosas rimas

de los grandes poetas?

¿Sois quién merece

los acordes rasgados

de las mejores baladas?

¿Quién creéis que sois?

¡Quién creéis que sois!

No sé para que le exhorto,

mi bondadosa dama,

si ambos tenemos la respuesta.

Sois la extraordinaria ama

de mi corazón y de mi alma.

Si te gusta lo que escribo puedes ver Mis publicaciones y mi Blog clicando en los enlaces.

¡Feliz semana!

Sara

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