Sonríes con la mirada

A veces sonríes con la mirada,

con una sonrisa preciosa:

dulce y aniñada,

inocente y feliz.

Es entonces,

durante esos breves segundos

en los que no necesito

ni ver tus labios

para saber que sonríes,

que me siento

realmente afortunada.

Como siempre te digo:

si te vieras con mis ojos

no tendría ningún poema que escribirte,

y es cuando me sonríes con la mirada

cuando más cierto es

que para escribir poesía

no hacen falta palabras…

¡Feliz día!

Poema de Sara de Miguel y fotografía de Tomeu Mir.

Retorcida

«Retorcida» es el título que da a su ópera prima la bloguera y escritora Paula de Grei.

Ese mismo título nos lanza un primer mensaje de lo que vamos a encontrar en la lectura: la mente «retorcida» de una joven a la que le sobrevienen singulares circunstancias en su vida cotidiana (no haré spoilers que la historia bien merece ser leída).

Reconozco que no es el tipo de literatura que suelo consumir y sin embargo me enganchó en las primeras páginas. El tono cercano, el vocabulario ordinario, sin ínfulas, y los escenarios corrientes hacen que te sumerjas con facilidad en narración.

El relato intriga y divierte a partes iguales. La sucesión de situaciones tan frecuentes en la vida actual (contactos por redes sociales, relaciones de pareja con incertidumbres y dudas autogeneradas, decisiones vitales y no tan vitales que dan un giro a nuestras existencias) narradas desde la excentricidad y la originalidad de las experiencias autobiográficas de la autora entretienen sobremanera a la vez que te permiten introducirte en todo un mundo de introspección emocional y psicológica realista y muy interesante.

Por mi parte me siento muy satisfecha con haber sido partícipe (porque la autora te hace sentir parte de la historia a un nivel muy íntimo) de las retorcidas andaduras de Paula de Grei.

Quedas con mi agradecimiento por haber compartido con el mundo tu historia.

Si os apetece echar un ojo al libro lo podéis encontrar aquí: «Retorcida».

Un saludo y buena semana,

Sara de Miguel

Las intermitencias de la muerte

Gratamente sorprendida por «Las intermitencias de la muerte» del Premio Nobel de Literatura portugués José Saramago.

Una lectura amena que invita a la reflexión sobre la figura de la Muerte literal y metafórica. El autor nos introduce en un páis indeterminado el primer día de un año indeterminado a partir del cual ninguno de sus pobladores muere. Lo que inicialmente es celebrado (la eternidad) por sus habitantes, pronto se convierte en una suerte de trágicas desdichas, que encuentran su máxima expresión en el aumento de la población que requiere cuidados paliativos, el exceso de gasto sanitario, y el desorden político y social.

En paralelo surge el personaje de la muerte (en minúsculas, para diferenciarla de la Muerte universal), ilustrada como figura femenina con características tan humanas como las dudas, la búsqueda de la realización personal o las emociones románticas.

Un libro imprescindible para los que gustan de la especulación filosófica, psicológica y social, con un tinte irónico y divertido en muchos de sus pasajes.

¡Feliz martes!

Sara

The Versatile Blogger Award

El espacio Desde el cielo de saricarmen es un lugar especial en el que encontrar cuentos infantiles, poemas y palabras que te transportan de una manera maravillosa a las emociones y sentimientos más sinceros. Ella me ha concedido un premio, y me siento orgullosa y muy agradecida por su gesto. No os perdáis la oportunidad de leerla: unos minutos en sus letras son una eternidad en la memoria.

¡Muchísimas gracias saricarmen por hacerme partícipe de esta gran iniciativa!

Voy a aprovechar esta ocasión, siguiendo las reglas del premio, para invitaros a conocer tres espacios que vale la pena conocer y visitar con frecuencia, porque deleitan los sentidos.

Os indicados ao Versatile Blogger Award devem nomear 10 blogs para o concurso e também escreverem 7 coisas sobre si ao final do post. Dessa maneira os indicados contribuem com a premiação e reconhecem os blogues que estão se destacando pelo conteúdo interessante na blogosfera.

Mis premiados son:

Palabras a flor de piel de Julia Santibáñez @Danioska

Hazme poeta de Maximilian Sinn

Bitácora de una loca reprimida de Paula De Grei

Y ahora la difícil tarea de escribir siete cosas sobre mí… Ahí van mis secretos…

La música y la poesía son mis pasiones.

No puedo evitar leer hasta la madrugada.

Tenemos cuatro perros, un gato, una tortuga y una carolina. Y de momento hemos conseguido que nadie se coma a nadie.

Luchar contra un cuerpo enfermo es el motor de mi existencia y he aprendido a sonreír por las pequeñas cosas gracias a las difíciles experiencias que supone.

El amor vive en cada poro de mi piel y mi objetivo en la vida es espirarlo a cada latido y compartirlo con el mundo.

Las emociones me desbordan con frecuencia. Escribir es mi terapia ante tan maravillosa afección.

Vivo enamorada: de mi pareja, de mis hijos y de la propia vida.

¡Muchas gracias a tod@s los que dedicáis vuestro tiempo y esfuerzo en leerme, leer a otr@s compañer@s y escribir como cosacos! Os abrazo con cariño y nos leemos pronto.

Sara

 

 

Como luz que da vida

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Como luz que da vida. Así me han alegrado los alumnos de una clase de sexto de primaria a la que me han invitado para hablar sobre mi trabajo como escritora.

No sólo el profesor se había leído «13 Almas», si no que varios alumnos habían leído «¿Es el enemigo? La eficacia de comunicarte».

Me han hecho preguntas interesantes, me han planteado posibles temas para seguir escribiendo libros, y me han arrollado a sonrisas y buenas intenciones.

Todos han participado de una u otra manera, en positivo, buscando aprendizajes nuevos, posibilidades para crecer como alumnos y como personas.

Me he sentido gratamente halagada, pero sobretodo me he sentido gratamente enriquecida por sus puntualizaciones e inquietudes.

Como siempre, he aprendido yo más de ellos que ellos de mí. Los niños son maravillosos. Ojalá les escucháramos más. Ojalá les habláramos más.

Mi más sincero agradecimiento al colegio que lo ha hecho posible.

Muchísimas gracias al interés y alta motivación del profesor que se enfrenta con entusiasmo a la ardua tarea de enseñarles muchas cosas importantes.

Muchísimas gracias sobretodo a todos y cada uno de los niños. Sois geniales, no dejéis nunca de haceros y hacer preguntas, ni de buscar respuestas. Así crecemos como seres humanos, cálidos y llenos de magia.

Sois la luz que da vida.

¡Feliz lunes!

Sara

Llámame Vintage

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   Llámame Vintage, no porque ahora esté de moda ser retro, sino por ser de buena cosecha. De las cosechas antiguas en las que la calidad era importante.

   Llámame Vintage porque tengo mis años, ni más ni menos, y no me molesto en disimularlos bajo cinco kilos de maquillaje, ni tres inyecciones de botox, ni ropa con nombres que te cuestan varios cientos de euros cada letra. Llámame Vintage porque tengo mi edad y no quiero tener otra, ni parecerlo.

   Llámame Vintage porque me gusta como se hacían algunas cosas antaño. Como quedar con las personas para verte, y no mandarte treinta mensajes para deciros nada. Como reír a carcajadas por una anécdota de algo que nos sucedió, y no de las últimas actuaciones vergonzosas de la farándula televisiva sin cultura ni conocimiento.

   Llámame Vintage porque me gusta la buena música, la que tiene algo que decir y la que está bien trabajada. El «pachumba», los «perreos» y todos esos sonidos que pretenden justificar el libertinaje sexual, los dejo para los «modernos».

   Llámame Vintage porque me encanta leer libros. Perderme en ellos. Viajar a los confines de otras mentes escritas en palabras. Sobretodo me encantan esos libros de los que no habrá película, aunque me entusiasme el cine.

   Llámame Vintage porque me encantan las fotografías. Las que salen bien, las que salen mal y las que salen torcidas o a medias. Reflejan un momento, un lugar, unas personas, una situación… algo especial que merecía ser retratado. Donde estén las fotos del carrete de cuando tenía cinco años, por favor retiren todos los selfies con morritos y poca ropa.

   Llámame Vintage porque me gusta bucear en la historia de las personas que conozco, y ser parte de ella. Compartir y sentir. Emocionarnos. Vivir cada día con una sonrisa, o con una lágrima, pero haciéndonos compañía. No me basta un emoticono tardío y estándar.

   Llámame Vintage porque valoro las cosas y las personas únicas, que no pretenden ser el reflejo de una sociedad enferma de consumismo, que son capaces de tener clase y educación sin necesidad de pisotear a nadie. Prefiero echar una mano, que mirarme el ombligo.

   Llámame Vintage porque me gusta reciclarme a mi misma, hacerme crítica constructiva y reconocerme como ser humano imperfecto que soy. Ir cambiando y a la vez manteniendo mi esencia. Mantener unos valores, respetar a los demás. Y ser feliz conmigo, sin obligarme a seguir ningún canon establecido.

   Llámame Vintage porque me encanta la pasión, el sexo, una buena bebida y buena compañía sin caer en la superficialidad, la ordinariez, el exceso, o lo soez.

   Llámame Vintage porque hace tiempo que no me siento de este tiempo. Llámame vieja o antigua si quieres, pero a mí me sobran cosas y me faltan personas. Me sobran mensajes y me faltan personas. Me sobran selfies y me faltan personas. Me sobran fiestas y me faltan personas.

   Quizá al mundo le faltan más personas y a mí me sobra Vintage.

   Llámame Vintage, aunque ni siquiera el diccionario me reconozca.

¡Feliz miércoles!

Fotografía y texto de Sara de Miguel

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