La comunicación es el rasgo que nos define frente a nosotros mismos y a las otras personas. Parte de nuestra autoestima se crea bebiendo de la fuente de las valoraciones que nosotros nos “comunicamos” a nosotros mismos, y de las que nos comunican los demás. Utilizamos palabras como “simpático” para definir a aquella persona que habitualmente se comunica de forma alegre o divertida, “borde” a aquella que lo hace de manera esquiva o desagradable, “cariñosa” a quien demuestra en su comunicación cercanía y amabilidad.
La amistad se basa en la comunicación. La relación con tus familiares se basa en la comunicación. Tu trabajo y tu relación con tus compañeros se basa en la comunicación. Tu relación de pareja se basa en la comunicación. Si tienes hijos, vuestra relación, y sus futuras relaciones, se basan en la comunicación. El amor, la ciencia, la vida y todo lo que puedas imaginar, se basa en la comunicación.
Por todo ello, el rasgo humano más característico que tenemos es la comunicación. Y, la pregunta del millón es ¿quién nos enseña a comunicarnos? ¿Te enseñaron en el colegio? ¿Te lo explicó algún familiar? ¿Te hicieron un curso específico en el trabajo? Estoy prácticamente segura de que nunca nadie se ha sentado a explicarte qué es la comunicación, cuales son sus rasgos, cómo funciona ni como mejorarla. Y todo eso teniendo en cuenta que es el comportamiento que más vas a realizar a lo largo de tu vida y del que va a depender, desde tu propia autoimagen, hasta la relación con todas y cada una de las personas con las que te encuentres a lo largo de tu vida.
¿Cómo crees que aprendes a comunicarte? ¿Cuales son los pilares del aprendizaje en comunicación?
¡Feliz semana!
Sara
Deja una respuesta